Honduras al calor de la resistencia

Miles de hondureños continúan luchando en las calles por la restitución del presidente Manuel Zelaya a pesar del toque de queda impuesto desde el pasado lunes. Las movilizaciones en la capital van aumento a raíz de la llegada sorpresiva de Zelaya, quien por el momento se encuentra alojado en la embajada de Brasil.
Según informes de prensa a nivel internacional, en los últimos días has sido detenidos más de 400 hondureños y trasladados a un campamento deportivo de la capital. No solo los medios de comunicación están al tanto de esto, mediante varias cadenas de mails que están circulando en la Internet provenientes de organizaciones sociales de Honduras, se conoce que algunos de sus dirigentes están siendo victimas de retaliaciones por las fuerzas armadas; quienes, allanan violentamente los hogares, lugares de trabajo y medios de comunicación populares para arrestarlos.
Nuevas jordanas de lucha se están organizando en las calles, el Frente Nacional contra el golpe de Estado de Honduras sigue firme ante la represión de los agentes antimotines y sigue manteniendo constantes movilizaciones en las comunidades y barriadas de Tegucigalpa. La resistencia popular se encuentra en alerta ante los rumores que circulan sobre el posible complot de entrar a la embajada brasileña y asesinar a Manuel Zelaya; no son sorpresivo estos anuncios, la derecha golpista al sentirse acorralada por la presión nacional e internacional busca por todos los ángulos frenar el cauce de rebelión que emana del pueblo.
Desde la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) los reclamos por la restitución del orden democrático en Honduras se agudizan. Los discursos de Zapatero (España), Lula (Brasil), Bachelet (Chile), Mauricio Funes (El Salvador), Evo Morales (Bolivia) estuvieron envueltos en duros reclamos ante el organismo internacional y un pronto pronunciamiento al respecto que logre mediar ante el conflicto hondureño. Jose Miguel Insulza, secretario de la OEA y Ban Ki-moon se han mostrado relativamente favorables a prestar una segunda mediación que logre presionar sobre el gobierno de facto.
Los problemas que se debaten al calor de la asamblea de la ONU entre el conflicto centroamericano y la gravedad del calentamiento global, ponen en duda una pronta solución desde las esferas diplomáticas internacionales que frene las arremetidas del golpe de estado en Honduras contra su pueblo, y las posibles soluciones económicas y políticas de los países con mayor producción económica y poderío mundial ante el desastre ecológico que sufre el planeta.
A pesar de las violaciones a los derechos humanos que está cometiendo la dictadura de Michelleti, el pueblo hondureño sigue más heroico que nunca y continúa luchando en los barrios y en las calles por la defensa de la democracia y la restitución de Zelaya al poder. La fuerte represión que está ejerciendo la policía no logra detener las movilizaciones sociales; el pueblo sigue en la resistencia y cada día más organizada, la victoria para Honduras es inminente.