Nuestra lucha frontal contra la mediocridad en la Educación Superior
La universidad ecuatoriana se encuentra en un constante proceso de cambios a raíz de la aprobación de la nueva Ley Orgánica de Educación Superior, cuya construcción generó el más amplio debate en las aulas, así como; el invariable ataque de grupos reaccionarios que pululan dentro de las universidades.
Las propuestas de las fuerzas progresistas, democráticas y de izquierda del movimiento universitario durante el debate y elaboración de la ley, se enmarcaron principalmente en la democratización de la educación, una profunda reforma académica y administrativa, el cumplimiento de la gratuidad en el acceso a la educación superior y la construcción de una universidad crítica, científica, universal y popular.
Tales planteamientos son resultado de la constante movilización estudiantil que a lo largo de los años ha trazado la juventud en el país. Pues es claro, que la universidad ecuatoriana sufre constantes embates de la mercantilización capitalista y la corrupción desaforada, privatizando el conocimiento e imponiendo subordinación del estudiantado a los intereses mezquinos y corruptos de ciertas autoridades que durante años han creído que las cátedras son buenos negocios de enriquecimiento y escalones de poder en la “administración” académica de facultades, universidades y escuela politécnicas, creando de esta forma una constantedegradación y mediocridad en la educación superior.
No se puede ocultar como el engranaje de corrupción ha tratado de aplastar las verdaderas aspiraciones populares por una educación de calidad, universal y científica, cuando vemos que autoridades universitarias, de discurso de izquierda pero con el corazón y el bolsillo a la derecha, imponen profesores mediocres producto de la compra y venta de conciencias en ciertos grupúsculos autodenominados “organizaciones estudiantiles”, pero que en la realidad quienes las controlan, dirigen y resuelven son docentes que aún no tienen en claro su rol en la universidad.
Sin propuestas reales, sin una visión clara de su composición y su entorno político, sin una comprensión social del alcance de las organizaciones estudiantiles y su papel en la sociedad, estos sectores “independientes” caen fácilmente en la manipulación de ciertas autoridades, que privilegian sus intereses políticos antes que el verdadero desarrollo académico de sus facultades, favoreciendo los intereses de la derecha enquistada en las universidades.
Tenemos que luchar contra el autoritarismo académico que pretende mantener moldes caducos productos de la alienación capitalista, queriendo convertir a las universidades en pequeños “Estados docentes”,que no rinden cuentas en los aspectos académicos y administrativos, incumpliendo en muchos de los casos la Ley de Educación Superior con el cobro indebido de cursos de computación e inglés, violando el derecho de las y los estudiantes a su participación en los procesos de evaluación de sus carreras y el mantenimiento de mallas curriculares obsoletas que no representan la realidad política y social del país.
Que mejor ejemplo social que el caso de la justicia en este país, gran parte de la población ecuatoriana dice que se ha corrompido, que los Jueces y Fiscales se mantienen en la marea del desprestigio debido a la desaforara corrupción de las Cortes, que en más de una ocasión son noticias de primera plana en los medios de comunicación. El Gobierno Nacional intenta limpiar la función judicial de la corrupción, la derecha en cambio pretende manipular la opinión pública señalando que eso significa meterle mano a la justicia; pero el grave problema de la justicia no ha sido analizado aún desde el problema de la formación universitaria, desde la precaria formación académica que tuvieron los actuales jueces y abogados de este país.
La universidad desde un concepto general es un producto de la sociedad y esta refleja los problemas y la crisis del sistema social imperante, pero de igual forma estos moldes impuestos deforman el desarrollo social del estudiantado, que en su etapa profesional pondrá en práctica aquellos criterios, concepciones y valores morales y antivalores que aprendió en la universidad.
Es necesario que el movimiento estudiantil avance en la acumulación de fuerzasa favor de los planteamientos de una educación de calidad, fortaleciendo un verdadero espacio de unidad que no solo sea al calor de una contienda electoral, sino que actúe constantemente en el escenario universitario y social.
La Juventud Comunista del Ecuador durante estos últimos meses ha planteado que en esta unidad deben de confluir las verdaderas fuerzas democráticas y revolucionarias de la universidad ecuatoriana, con un programa político común que se sustente bajo ciertos planteamientos fundamentales como la lucha por la reivindicación de los derechos estudiantiles, el impulso a una Tercera Reforma Universitaria, el fortalecimiento del movimiento estudiantil a nivel nacional a través de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Universitarios CONEU, de la cual la JCE forma parte y, la radicalización de proceso de la revolución ciudadana a través de una fuerte unidadcon la clase obrera.
Abrir el debate del problema universitario es un imperativo en las actuales condiciones políticas que vive el país, pero este debate debe de fortalecerse a través de la unidad y la movilización del estudiantado, de la población ecuatoriana en su totalidad; exigir que la universidad ecuatoriana cumpla la Ley de Educación es parte de nuestra lucha, pero también llamando a crear las condiciones para la construcción de una Tercera Reforma Universitaria que vincule la educación superior con los reales intereses del pueblo y la sociedad.
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