Lecturas agregadas sobre el libro "Greguería con agregados" de Rodolfo Salazar Ledesma

Miguel Cantos Díaz*

Hablar de la literatura y específicamente de un texto literario, es un compromiso políticamente complejo,  dada y cuestionada por la diversidad de posturas y pretensiones envueltas por las implicaciones teóricas e ideológicas, con que se pretende trazar un lineamiento indagatorio  que defina nuestras impresiones del texto, de las páginas; asumiendo que posiblemente podemos decir qué es la literatura, ante la constante pluralidad de tendencias y estilos.

Los escritos de Rodolfo Salazar se encajan en la sonoridad de la independencia del estilo, de la estética, con intenciones provocativas; pregonando ante las victimas del coraje, del individualismo intelectual, del aferramiento al orden extenso, de la conciencia a lo presuntamente ya establecido dentro de las fauces de la literatura. La intención premeditada, cargada de alevosía, imponiendo una economía textual invocada ante las circunstancias lectoras de este Guayaquil, que como él lo menciona, “en esta ciudad de tanto bache, corviche y ceviche”, intenta por estas calles, alterar lo inerte del desencuentro literario, cargado de conceptos inútiles, de pretensiones absurdas del modelo que escritor que se debe ser, o hacer, a lo contemporáneo, lo extranjero, que llevan bajo el brazo el listómetro de palabras complicadas incomunicadas, largas, aburridas, con olor a rancio, con poses abusivas de raigambres literarias pequeñoburguesas.

Vale la pena tomar las palabras de un poema de León Felipe: "Deshaced este verso, quitadle los caireles de la rima, el metro, la cadencia y hasta la idea misma. Aventad las palabras, y si después queda algo todavía, eso será la poesía". La escritura alimentada por la rigurosidad de la paciencia, de la descripción, del tiempo, de la complicidad entre el compromiso y la creación artística exige una ruptura con la tradición de lo superfluo, de la petulancia de los círculos literarios. Las palabras debe de ser directas, fuertes, hasta cierto punto grotescas; producto de las contradicciones sociales, del entorno de lo cotidiano transcrito en la ficción, que sin disipar el contexto literario que lo afronta, asienta de forma tajante contexto que nos rodea.

“Greguerías con agregados” texto interesante de Rodolfo Salazar Ledesma, amigo y buen gestor cultural; es una obra que puede sorprender al lector por su economicidad textual, por el ingenio sarcástico. Una visión bastante personal del entorno guayaquileño, y hasta cierto punto insólita, pero también alegre y metafórica de lo habitual. Breves argumentos de la complicada vida del puerto tocados en una versatilidad de temas y expresiones. Creo que su propuesta hay que entenderla como un diálogo, una respuesta sardónica inquietante, inmediata, sin interpretación previa, una opinión sin término. Cito: “De los ceros con doble rr, “cerros” mejor no hablar, hagamos como en pto. Sta. Ana, demos la espalda a aquel lugar, donde convivirán en Sta. Paz, cielo e infierno en un mismo solar, construidos por una Sra. Sultana, Rubén Blades sobre esto sabe cantar, si tú me quitas la vista al cielo así seas un pto con sotana qué puedes esperar, de seguro no me vas a ver llorar tú que pronto tendrás el horizonte de otro así grandote. ¿Del pobre como un barrote y su ventana quien se ha puesto a pensar?”.

Estos agregados desnudan el contexto de las greguerías de Ramón Gómez de la Serna, las separa, las reagrupa; se sumerge en el hormiguero de la falsa etimología, Cito: “la tabla de planchar es el anagrama de los surfers chiros”. O trastoca en parodia las frases ya hechas, convulsionadas por las dilogías y las paronomasias elaboradas por el creador del ramonismo. Interpreta como máquina de coser, punto por punto el hilvanado de la crítica y la rutina política, personal y estética, desde lo popular del lenguaje, del tropiezo de las letras en medio de una noche de bohemia, con presunción lacónica de dos extremos que escuchan el dolor de nuestra música, cito “Los seguidores de J.J. ahora son de las dos aceras, los que se dicen nobles y los que son pobres; los Robles, los Flores y también los de colores cobres”. De la rumba, al río, de Brasil a Guayaquil, de la voz de Concha Buika es palpable la singularización en la política en la literatura.

*Este texto fue parte de la presentación del libro “Greguerías con agregados”, cuyo autor es Rodolfo Salazar (escritor y gestor cultural) en la Asociación Cultural Las Peñas, en Guayaquil en el 2013.