Bolívar y el imaginario guayaquileño
Algunos sectores políticos de derecha del país y de Guayaquil, afines a las élites económicas, pretenden iniciar una campaña de manipulación histórica e ideológica contra el libertador Simón Bolívar y contra la identidad guayaquileña. Desde varios espacios la derecha intentar borrar de la memoria colectiva de los guayaquileños y del Ecuador la presencia y vigencia del pensamiento del Libertador en la lucha por la integración latinoamericana. Ciertos historiadores, concejales y políticos de turnos afincados y auspiciados por el Partido Social Crisitiano (PSC) y Madera de Guerrero, buscan violentar descaradamente el ideario bolivariano que históricamente latinoamérica ha luchado.
Uno de los hechos mas repudiables ha sido la intentona de cambiarle el nombre al Malecón Simón Bolívar y denominarlo León Febres-Cordero en homenaje de las élites guayaquileñas al dictador y asesino socialcristiano que desde la presidencia de la república y la alcaldía de Guayaquil perpetró grandes violaciones de los derechos humanos.
El nombre del malecón Simon Bolivar es un homenaje del pueblo guayaquileño al libertador y como una forma de perennizar su memoria y la histórica reunión del que fue parte junto a José de San Martín, los grandes libertadores de América. Tal como hicieron con el Aeropuerto de Guayaquil la derecha reaccionada pretende aniquilar la memoria, tradición y homenaje del pueblo al libertador, quitándolo del imaginario público.
El malecón de Guayaquil o calle de la orilla como se lo conocía en el siglo XIX, en 1825 ya tenía el apelativo de calle Simón Bolívar, nombre por tradición que le impuso el pueblo guayaquileño y que de acuerdo a la Ordenanza Municipal del 7 de Agosto de 1936; se concretó su nombre definitivo como Malecón Simón Bolívar. Este es el homenaje de Guayaquil al célebre encuentro de los libertadores Simón Bolívar y San Martín, este último que llegó por el río Guayas el 26 de Julio de 1822, y la inauguración del monumento que perennizaría este encuentro y el sentido histórico, profundo y antiimperialista de la integración latinoamericana.
El pensamiento de Bolívar no puede ser borrado de la memoria colectiva de Guayaquil, no se puede desconocer su papel histórico en las luchas independentistas de América Latina, luchas por la libertad que compartió y fue consecuente el guayaquileño José Joaquín de Olmedo, prócer de la independencia de Guayaquil. La independencia latinoamericana hay que entenderla como un proceso de luchas consecutivas desde varias latitudes de América, unidos por fuertes convicciones ideológicas y luchas contra la opresión española, y no como luchas separadas, discontinuas y sectoriales. La independencia de Guayaquil y su proclama del 9 de Octubre de 1820 forma parte de la gran cruzada latinoamericana por la integración e independencia social y política. José Joaquín de Olmedo y Simón Bolívar compartieron el ideario de libertad, que iba mas allá de sus discrepancias tácticas y políticas.
En fin, ser guayaquileñó es ser consecuente ante la vida, ser bolivariano y plenamente revolucionario.
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