El Principito
Probablemente la mayoria de nosotros, empezamos en nuestra niñez leyendo ese magnífico y tierno cuento El Principito – En mi caso, es el primer libro que recuerdo exactamente habérmelo leido con tanta pasión y emotividad, creo que yo tenía unos 6 o 7 años – Me llamó a atención los graciosos dibujos que complementaban el relato, dibujos que no eran perfectamente artísticos, con colores fuertes y llamativos; al contrario, eran simples, pero que exploraban de una forma casi sutil mi mente y me volcaba a la imaginación. La edición del librito era de esa “populares” que en algún momento mi papá compró, supongo que en esos puestos itinerantes de venta de libros a remate o bajo precio.
Ahora, luego de varios años los buenos recuerdos de aquellos dias llenos de frio cuando vivía en Quito y me recostaba a leer capítulo por capítulo El Principito, vuelven, y me da un álito de nostalgia e inquietud. Supongo que ese libro lo encontré en un cartón grande, llenos de libros de mi papá. Lo interesante de este pequeño gran libro es la sencillez en su lectura, la fácil comprensión y el mensaje que nos deja. Un libro que puede ser leido en todas las edades y que ha pesar que los años nos pasen, siempre nos entristeceremos con la historia del niño que amaba etermanente a su amada flor.
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